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Somos un todo
Toda la Naturaleza se guía por ritmos, éstos podemos verlos en todos los seres, desde una hormiga hasta una galaxia pasando por la diversidad de entes entre uno y otro. Las olas del mar tienen un ritmo, el soplo del viento también, la frecuencia de la lluvia, la reproducción de plantas y animales, en fin, todo.
Platón decía que el Universo es un gran ser vivo y lo llamó Macrocosmos, así como el Microcosmos era el ser humano. Hay similitud en el uno y en el otro porque ambos tienen períodos de actividad, de inactividad, de enfermedad, de euforia, de expansión, de contracción.
Los ciclos
En el siglo pasado se empezó a poner atención en ciclos en los cuales las personas rendían mejor en los estudios, otros en los que no; días en los cuales psicológicamente eran positivos, otros en que no; momentos en los cuales se sentían con toda la fuerza y vitalidad, otros en que no. Así se encontró una constante a la que se le dio el nombre de Biorritmos:
- Cada 23 días, el plano físico se manifestaba
- Cada 28 días era el emocional y
- Cada 33 días el mental
Los hoy llamados biorritmos eran perfectamente conocidos en la Antigüedad, muchos pueblos llevaban registros de ellos, lo que les permitía saber con bastante exactitud cuándo habría sequías, inundaciones, brotes de ciertas enfermedades, abundancia y escasez de alimentos, etc.
Su influencia
Nosotros, como seres humanos, estamos influenciados con un ciclo solar de 365 días, por un ciclo lunar de 28 días, por un ciclo terrestre de 24 horas, siendo éstos los biorritmos más importantes por ser los más cercanos y notorios. Cada día tiene diferentes miniciclos, no es igual la mañana, la tarde y la noche, asimismo el comportamiento físico, emocional y mental no es similar en todas las horas del día.
Se conocen ritmos que comprenden inmensas cantidades de años, en los cuales se puede apreciar el despertamiento de las civilizaciones, su adormecimiento o caída, su apogeo o brillantez.
Muchas personas se han vuelto dependientes de horóscopos y biorritmos que se publican, así, si le dicen que hoy tendrá un día “malo” y que no haga esto o aquello, o por el contrario, que tendrá un día “bueno” y que aproveche haciendo esto o aquello, no muestra otra cosa sino incapacidad para enfrentar las circunstancias que les toca vivir. Si bien es cierto, debemos estar conscientes de la existencia de los ciclos, también es cierto que eso no debe bloquearnos para cumplir con nuestros deberes. Por ejemplo: cuando el clima está frío, nublado y lluvioso, nos sentimos un poco melancólicos, queremos quedarnos en casa, esto es natural, lo que no es natural es que esto nos impida salir a trabajar o estudiar.
El ser humano debe aprender a manejar su circunstancia y los ritmos a los cuales está sujeto y sacar lo mejor de cada uno de ellos para que pueda proyectarse dentro de las diferentes actividades que cumple.
Te dejamos esta calculadora de tus ciclos, para que te conozcas de mejor manera y aprendas a sacarle el mejor provecho: LINK.
