Sin lugar a dudas las nuevas películas de Thor, IronMan, Superman y Capitán América han puesto mucha presión a lo que tener un «buen cuerpo»se refiere, ahora no basta con estar ‘fit’, ahora tienes que lucir como un verdadero superhéroe si quieres estar en la competencia del ego.
No hay nada de malo en lucir una tonificada espalda y unos grandes bíceps, pero tras la noticias de que el doble de acción de Chris Hemsworth para la película Thor, debía comer 35 veces al día para lucir «exactamente igual» al actor, puso en alerta a todos los entusiastas del gimnasio.
El peligro del sobre entrenamiento
En las propias palabras de Hemsworth, el entrenamiento que le llevó a tener ese cuerpo, fue una verdadera pesadilla, ya que no solamente entrenaba durante largas horas dos veces al día, sino que prácticamente debía comer todo el tiempo para mantenerlo. Esto incluso llegó a afectar su vida social, ya que el exigente regimen le prohibía compartir la comida de su familia y amigos y viajar a todo lado con toda una parafernalia de Tupperwares llenos de proteína y carbohidratos.
Otro de los afectados por la Bigorexia (síndrome de querer ser cada vez más grande), fue Gerard Butler, quién encarnó al Rey Leónidas en la conocida cinta ‘300’. Su entrenamiento fue tan excesivamente extenuante que su doctor le prohibió pisar un gimnasio durante un año para evitar cualquier futura lesión irreparable.
El presidente de la Asociación Profesional de Psicología de EEUU, ha dicho que el 45% de las personas que van a los gimnasios sufren algún tipo de percepción anormal de su propia imagen, por lo que nunca están satisfechos con sus resultados de entrenamiento.
